El humor al servicio de la ideología comunista

Dice una nota en un sitio web "humorísitico"

“Después de 1959, con el triunfo de la Revolución cubana, nuestros humoristas comenzaron a crear un humor diferente al que había existido antes. Nacía un arte autóctono, comprometido con la causa de los humildes, al lado de la pequeña Isla y frente al peligroso vecino del Norte, que trataba de apoderarse de Cuba”.

“Un grupo de dibujantes y escritores de vanguardia, profesionales talentosos que procedían de otras publicaciones y algunos que surgieron al calor de las nuevas condiciones, se aglutinaron en un equipo. Y el 16 de octubre de 1961 surgió Palante, como un semanario dirigido a cultivar las mejores expresiones del humor general, el costumbrismo y la sátira política. Es hoy el más antiguo de los periódicos satíricos que se editan en Cuba”.
¿… "un humor diferente al que había existido antes”? 
Debe ser un chiste al mejor estilo de los cubanos, tener algo diferente al resto del mundo... (por supuesto, siempre después de 1959). Y afirma: 
¿"un arte autóctono”? 
Pintorezca frase: Si es diferente al resto de otros países, tiene que ser autóctono, eso es obvio.
Y añade: 
"dibujantes y escritores de vanguardia, profesionales talentosos… dirigido a cultivar las mejores expresiones del humor general, el costumbrismo y la sátira política. Por supuesto, si son cubanos tienen que "ser talentosos y de vanguardia" y si dibujan y escriben en Palante tienen que “cultivar las mejores expresiones del humor”, siempre después de 1959, eso no lo duden.
Y finaliza la nota con el más antiguo de los periódicos satíricos que se editan en Cuba

Es cierto. Es el único permitido por el régimen totalitario cubano. Zig Zag y El Pitirre podrían haber sido los más antiguo sino hubieran sido confiscados o cerrados en 1960 por el régimen.
No perderé mi tiempo comentando nada acerca del “peligroso vecino del Norte” al cual el régimen de la isla quiere desde hace mucho acercarse a toda costa a las costa del norteamerica... y a los dólares de los turistas estaunidenses.
"Refresquemos" la memoria del nacimiento de Palante.
Con la confiscación en 1960 de los periódicos y semanarios humorísticos, se inicia en Cuba un “reordenamiento” de la prensa impresa. El régimen ordenó la fusión de varios diarios y de dos semanarios humorísticos que dieron lugar al nacimineto del periódico Juventud Rebelde como órgano oficial de la Juventud Comunista con sus suplementos El Caimán Barbudo (cultural) y El Sable (humorístico). 
El semanario humorístico Zig Zag simplemente le cambiaron de nombre para llamarse Pa’lante y Pa’lante inicialmente, nombre tomado de una consigna revolucionaria de la época. Desde sus inicios, Pa’lante y Pa’lante fue adscrito al Departamento de Prensa del Comité Central del Partido Comunista Cubano (PCC), que es quien lo subvenciona, observa y traza las “directrices” a cumplir en los temas humorísiticos que se publicarán.
Pa’lante y Pa’lante,  en su primera etapa, estaba dirigido por el escritor de izquierda (léase: comunista) de nacionalidad venezolana y exiliado en Cuba, Gabriel Bracho Montiel (ya fallecido) y el “staff” de caricaturistas y escritores de Zig Zag y otros semanarios. Tomaron posición del edificio y las máquinas de impresión que habían sido propiedad de Zig Zag se instalaron cómodamente en las oficinas sin hacerle ningún cambios. 
Este nuevo semanario retomó la “vieja escuela” de los clásicos y tradicionales estilos abigarrado de los periódicos humorísticos de América Latina, debido, principalmente, a la influencia de su flamante director, aunque conservó parte del estilo de Zig Zag.
Bajo la dirección de Bracho Montiel, se publicaron numerosas caricaturas con los tradicionales juegos de palabras, chistes con doble sentido (nunca político contra el régimen) y muchas viñetas con consignas revolucionarias con textos al pie de las caricaturas o con carteles integrados al dibujo.
La burla y la sátira enfilaron sus cañones contra la exigua burguesía aún existente, contra los propietarios de negocios, los capitalistas, la iglesia católica, los llamados “gusanos”, los yanquis… y un largo etc., pero nunca contra los funcionarios del régimen ni contra la cúpula gobernantes.
Durante muchos años Palante se imprimó en rotativa donde se imprimía Zig Zag, situada en la calle San Ignacio en la Habana Vieja hasta su traslado a un antiguo edificio de un periódico confiscado en la calle Manrique dentro del Barrio Chino en Centro Habana.
Por las oficinas del director de Palante pasaron varias "personalidades", algunas culturales y otras políticas, que marcaron las distintas etapas o diferencias visibles el estilo del diseño del semanario, aunque ningún de los directores se atrevió a cambiar el contenido y la fidelidad al sistema ideológico socialista de la Isla. Eso no variado ni ápice, aunque si la calidad.
Después de la salida de Bracho Montiel (retirado por enfermedad), fue designado por el Partido Comunista para dirigir el semanario, el poeta Joaquín G. Santana. Le siguieron, Guillermo Santiesteban, los caricaturistas, René de la Nuez, Francisco Blanco y Luis Wilson. Además, Rosendo Gutiérrez, Pedro Viñas, Mercedes Azcano, entre otros.
Durante más de 50 años de existencia, el semanario no ha disfrutado de mucha popularidad, pero sí del rechazo de la población, principalmente de los jóvenes, debido a la mala calidad y vulgaridad de los chistes y su fiel alineación con el sistema político actual. 

Todos los humoristas que han trabajado en el semanario han sido un “valioso instrumento” de la cúpula gobernante. Sus burlas y sátiras se han transformado en panfletos políticos con el propósito de influir en los lectores con opiniones favorables a las leyes y regulaciones dictadas por régimen. La mayoría de los humoristas de Palante han sido muy fieles y han cumplido "religiosamente"con su misión de “orientar” al pueblo para atacar a todos aquellos que osen oponerse a cualquier medida de la Revolución. Además, ha tenido “el honor” de presentar a los líderes de la Revolución como salvadores de las “injusticias” cometidas contra el pueblo por los gobiernos anteriores. Ejemplos hay muchos, la implantación de la Libreta de Abastecimiento, la Ley del Vago, los ataques la prensa libre, al Mercado Agropecuario privado y un largo etcéteras.
Hay algo que no se puede dudar en la historia del semanario Palante:
A los caricatuirtsas y escritores del semanario Palante no se les pide que dibujen o escriban lo que piensan, simplemente se les ordena que ilustren la línea editorial que traza el Partido Comunista a través de su representante en el semanario: el director. Puedo afirmarlo, porque trabajé en Palante como diseñador hasta que fui expulsado por opinar o cuestionar al director Joaquín G. Santana, quien consideró mis opiniones como una “falta de respeto al director”.
Luis García Fresquet